domingo, 21 de agosto de 2011

Duérmete para despertar.


Quitate la ropa. Túmbate y cierra los ojos, relaja tu cuerpo y deshaz la tensión de tus hombros. Has cargado peso que no era tuyo. La luz está apagada y sólo te acompañan tu esencia y tu conciencia. Respira ligero y suspira desde lo más profundo. No pesáis nada. Estás tranquila, eres tú. No tienes que ser lo que los demás quieren. No finges ni temes. Alguien ha empezado a quererte, y esa eres tú misma. Ahora sueña, vuelves a tener alas y son más bonitas que nunca. Aún amas, pero ya no duele.

1 comentario:

  1. me encantas, me encantan tus palabras y tu forma de redactar...
    creo que llevo 3 años (aunque en un mes haremos 4) diciéndotelo
    soy aquella avilesina que te tocó de compiii un día cualquiera en un aula 113 de la facultad de derecho de UniOvi . . . jajajajaja
    obviamente el de la foto no soy yo, tomé prestada la cuenta d gmail, ya sabes x la pereza de crear otra contraseña... es más cómodo que t den todo hecho :P
    y sí, después d mucho tiempo me he decidido a dar el paso para el blog que tanto ansiaba
    un besito enormeeeee te quierooo muchooo !!!:D
    Almalú.

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