miércoles, 26 de octubre de 2011

Dividirte en dos...

Cuando piensas que el día va a acabar sin más, bajas a tomar un café al bar... llegas tarde, tu cita ya no está. Sacas tu portátil y un chico se sienta a tu lado. Trabaja para médicos sin fronteras y si al escucharle le miras directamente a los ojos puedes ver toda la penuria, malnutrición, dolor y barbarie que impregna su alma. Avergonzándote de ti misma, buscas esquivarle mirándo tu taza. Ojalá algún día tuviera el valor para decidirme a hacer lo mismo, piensas.. y luego, cuando se despide porque en 4 horas coge un avión hacia Nairobi, tu burbuja se rompe. Te quedas allí, jugando con su tarjeta entre tus dedos y te ves rodeada de gente superficial, un móvil que no funciona, un café que no sabe bien y el vacío en el pecho de no estar viviendo por y para quien lo necesita en cualquier rincón de este puto y cruel mundo.

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